
«No hay un cielo más azul
que aquel que descubres con el primer viento
de la mañana placida de la infancia.
No hay paredes más bonitas
que las que aún se desconchan
contando nuestra historia del pasado.
No hay olor mas puro
que el de las calles con huellas de tus pies
descalzos con el agua del verano.
Díme cuál fué tu calle,
cual el árbol en el que la besaste,
la ventana en la que te escondías para mirarla.
Díme cual.»