«Mi padre se crió en los lomos de la Sierra de Santa Olalla, en unas tierras que pertenecen a Villamiel.
Cada vez que caminamos por ellas es como si regresara a su infancia, los recuerdos se amontonan en su boca uno tras otro, las sonrisas frotan continuamente con el recuerdo de muchas trastadas mezcladas con nombres de sus hermanos, y los ojos se vuelven melancólicos al darse cuenta que alguno de ellos ya no están….
Un tiempo en el que el mayor tesoro era estar juntos, las risas compartidas, la convivencia en estado puro, subirse a los árboles, escalar las peñas, coger cualquier rama o semilla para construir un juguete maravilloso, sentir el miedo en las noches con la llamada de los lobos que aún retumba entre las sombras, caminar descalzo sintiendo la fuerza de la tierra, beber la leche mas rica a escondidas y disfrutar del agua fresca del manantial.
No se si fueron tiempos difíciles, había que trabajar mucho, no había dinero para nada que no fuera vital, pero el reflejo de la felicidad o al menos la inocencia de la infancia aún se refleja en su mirada.»
Hace un par de años, escribí un poema para la Velada Poética del Club de Lectura de Moraleja, y no encuentro mejor sitio que éste para cumplir mi deseo de ser salvaje, para desarrollar todas las sensaciones que me llevaron a el, ni mejor compañía para perderme en un bosque que la de mi padre, porque el allí, es un auténtico salvaje, y porque a su lado, nada me da miedo y me siento como una cachorra de loba…
«Quiero ser salvaje»
Quiero ser salvaje,
correr descalza aullando en la noche,
bajo una luna expectante,
Sentir el frío bajo mis pies,
acariciar las jaras
atrapadas en mis manos pegajosas
impregnarme de su olor,
palpitante dentro de mi cabeza
ansiosa de deseos.
Quiero hacer un corro con los ciervos
y bailar toda la noche,
que ninguna ley controle mi mente.
Gemir, correr, aullar y comer
lo que me de la gana,
escuchar los sonidos de la libertad
ver como mis manos libres
dibujan mundos inventados
transformándolos en realidad.Quiero tener el pelo muy largo,
llenarlo de flores
como una ninfa perdida en un lagonadar con los peces
acariciando sus escamas,
no necesitar respirar.Vaciar la cabeza de soluciones
subir a lo mas alto de la montaña
con una luna de sangre
confirmando que al fin …
somos libres.
