
«…y si te digo que…
tiene los colores de los sueños.
Verdes en sus puertas y ventanas,
como las de aquel día que caminaste conmigo.
Azules, en un cielo inmenso
lleno de luz vibrante por el día
y de energía por la noche,
como la de aquel día en que susurraste en mi oído.
Tierras y blancos en sus paredes,
confinadas con todo tipo de flores
asomando en sus ventanas,
como las de aquel día en que me besaste tras el paraguas.
Dorados, como el sol,
nos ilumina con sus destellos
acariciando nuestros sueños,
como las de aquel día en la que
comenzó a crearse nuestra familia.»
Me enamoré de Perales una tarde de invierno, caminando por sus calles despacio, acurrucada en sus brazos bajo un paraguas que tintineaba. El olor del pueblo, su ritmo, sus calles, sus sonidos, cada vez que los siento de nuevo me transportan a ese momento en el que pensé que era el…
Compramos una casita, estuvimos viviendo varios años en los que decidimos crear una familia.
Siento un vínculo muy fuerte con este pueblo, con esa casa en la que puse mis sueños y muy pronto, parte de ellos se harán realidad, después de muchos esfuerzos y alguna lagrimilla.
Al final del mes prometo enseñarla y contaros en que consiste.