«Los años pasan y las sensaciones siguen siendo las mismas, crecemos, maduramos y dicen que cambiamos, pero en nuestro interior hay un niño que sale caprichoso cuando quiere.
¿Qué provocan tus risas, tus miedos, que provoca el nerviosismo en tu estómago?
Hay momentos en los que la vida te da un regalo, y te transporta a momentos ya vividos, quizás no con las mismas personas, pero si con las mismas sensaciones.»
En una preciosa mañana fría de enero, estoy mirando la vida a través del visor de la cámara, totalmente aislada del mundo. Oigo unos pasos a mis espaldas y no me lo puedo creer, un hombre a caballo nos dice que nos escondamos y que no hagamos ningún ruido.
Vuelvo a subir a la misma ventana, esta vez no estaba contigo pero pienso en ti y en esas risas nerviosas en silencio, con los ojos muy abiertos, compartiendo una aventura que esta vez siento con ellos y formará parte de un recuerdo complice.