
«El viento roza la barandilla oxidada,
un susurro con mi nombre
roza mi pelo al caer del cielo
y verme después de tantos años.
Las huella de mis pies reconocen mis zapatos
y miro al infinito recordando
algunos momentos ocultos en mi memoria.»
La Central es uno de los sitios de Moraleja donde me he sentido siempre libre. Recuerdo ir en bicis con mis amigas a merendar. Correr a través del puente y dejarnos calentar sentadas en el suelo por los tímidos rayos del sol. Pasar las horas entre risas y pipas y mancharnos los pantalones con el verde de la hierba. Bañarnos en verano y descubrir que si estas bien acompañada, cualquier sitio puede se un paraíso.