La vida pone en nuestros caminos personas que te hacen ver el mundo de otra manera, personas que tienen una belleza interior que iluminan el espacio donde están, que muestran su fragilidad y desnudan sus almas sin apenas hacerles preguntas, que siempre te regalan primero una sonrisa y un sí en sus labios. Bianca Oliveira hace diez años que vive en este, que es nuestro paraíso particular, Sierra de Gata, donde ha creado una familia y ha sembrado dos semillas que la agarran fuerte a nuestra tierra. Ella es uno de nuestros Paraísos Ocultos de Hoyos, un placer haberte encontrado….Bianca.
«El contacto y las relaciones te hace descubrir
un secreto guardado en el interior a través de la danza.»
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¿Como llegaste a Hoyos?
Había venido a Madrid para trabajar con una compañía de danza, estaba muy ilusionada y mi vida se centraba y mis clases, en el esfuerzo y en la ilusión por seguir creciendo como bailarina. Conocí al que ahora es mi marido, Angel, el ya estaba un poco cansado de vivir en la ciudad, es un gran apasionado de la naturaleza, trabaja con la bioconstrucción y la verdad es que cuando nos conocimos tenía un pie en Madrid y el otro en un pueblo de Sierra de Gata, Acebo, que fue el primer pueblo donde nos vinimos a vivir en un principio.
En un principio el vino a Acebo solo y yo regresé a Brazil, durante unos meses fuimos novios en la distancia, el siempre me hablaba de lo bonito que era todo, que era un paraíso, y que me encantaría estar aquí a su lado. La balanza se inclinó hacia el lado del amor, y vine junto a Angel a comenzar una nueva vida.
En un principio lo pasé muy mal, la danza era mi vida, pero tomé la decisión de abrir los ojos, de buscar nuevas oportunidades que me ofrecía el lugar, para poder amoldarme y sentirme feliz aquí, tenía que conseguir seguir creciendo acompañada de mi pasión, que es la danza, por eso tomamos la decisión de venir a vivir a Hoyos.
¿Cómo conseguiste desarrollar tu trabajo en Hoyos?
Desde un principio me sentí muy cómoda aquí, el Ayuntamiento me facilitó los medios para conseguir dar las clases en el salón de actos. En el colegio tuve un proyecto durante tres años que se llamaba «Aprender en movimiento». Al tener grupos con niños y con adultos poco a poco fui creando un método para poder enseñar, «danza creativa», un método de expresión corporal.
«Creo que gracias a los buenos profesores que tuve en Brazil
e conseguido encontrar mi momento aquí.»
Hace unos meses murió uno de mis maestros de Brazil, el me enseñó algo muy importante, no buscar solo la estética del ballet, aprender a encontrar la mirada interior de cada uno, a buscar los movimientos verdaderos, sinceros con nosotros mismos, creo que esa enseñanza ha sido la que ha hecho posible el que yo haya podido encontrar mi propio método para bailar sola y para enseñar a los demás.
«Intento que mis alumnas y alumnos
encuentren sus propios movimientos desde el interior.»
«El contacto y las relaciones te hace descubrir un secreto guardado en el interior a través de la danza.»
¿Cómo te sientes ahora en Hoyos?
Ya llevo diez años aquí, en mi pequeño paraíso, ya he plantado dos semillas, que son mis dos hijos, ellos me han dado aquí la raíz para sentirme fuerte y arropada, para sentir que esta también es mi tierra, que a través de ellos he conectado.
¿Cuál es tu lugar favorito en Hoyos?
Sin lugar a dudas es la finca que hemos elegido para hacer nuestra casa, está muy protegida de los vientos, al lado de un castañar. Hay muchos pájaros y robles, puedes conectar con el lugar y con los pueblos de alrededor. No se puede llegar con el coche y eso también me hace sentir más protegida.
Si te apetece dar clases con Bianca podéis poneros en contacto con ella a través de los espacios donde da las clases:
Hoyos. En «El Crisol de Gata».
Moraleja. En «El Espacio Joven». Tlf. 927 51 56 33
Coria. En «Asociación Bufón de Calabacillas».Tlf. 927 50 64 53
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