En Sierra de Gata hay 22 pueblos, entre ellos espacios que poseen paraisos escondidos, algunos no los conozco, otros quizas nunca llegue a encontrar, pero quiero en este viaje descubrirlos junto a vosotros.
El año pasado, cada día que teníamos libre íbamos a descubrir un pueblo, sacabamos fotos, comprabamos dulces en alguna panadería, haciamos una merienda-cena sentados en algún banco…y siempre esperábamos a que se hiciera noche, esa hora mágica en que las luces cambian todos los colores, la gente empieza a relajarse y ha dejarse llebar por la brisa del tiempo.
Volvíamos a casa con una sensación de plenitud compartida por todos, con una sensación de añoranza que con el paso del tiempo íbamos saboreando poco a poco.
Comenzó en mi cabeza a girar la idea de llevar estas experiencias un poco más allá, hacia vosotros, compartir estas sensaciones y hacerlas vuestras.
Así comienza «La Grulla», nosotros somos las grullas que vienen y van, nosotros nos alimentamos de nuestra sierra, nuestro paraiso particular.
«Descubrir paraisos escondidos
tras una suave luz
que invade tus sentidos»
In Sierra de Gata there are 22 villages, including areas that have hidden paradises, some do not know, others may never get to find, but on this trip I discover with you.
Last year, every day we had free we were to discover a people, we were taking pictures, we bought some sweets bakery, we were doing high tea sitting on a bench … and always hoped to do that night, that magical time when all the lights change colors, people start to relax and has left the breeze llebar time.
We are driving home with a feeling of fullness shared by all, with a sense of longing that over time would slowly savoring.
He started spinning in my head the idea of bringing these experiences a little further, to you, to share these feelings and make them yours.
So begins «The Crane», we are the cranes that come and go, we nourish ourselves from our mountains, our private paradise.
«Discover hidden paradises
after a soft light
invades your senses»
