Cadalso. Paraísos Ocultos. La Sierrilla.

 

 

«Esta mañana no hay silencio,

se oye el sonido de la vida.

 

Los pájaros cantando entre las ramas,

tu respiración ajitada a mi lado,

el calor de la tierra húmeda,

y tus manos calientes en la fría mañana.

 

Corre el agua, corre entre las piedras vestidas de musgo verde,

el musgo que representa el principio de la vida,

y tu me agarras fuerte del brazo para que pase saltando el arrollo.

 

Esta mañana no hay silencio,

se oye el sonido de la vida.»

 

 

 

 

Quiero hacer una confesión, «La Sierrilla» iba a entrar en los senderos de Cadalso, pero después de recorrerla durante una mañana, lentamente, contemplando sus vistas, sintiendo la tierra de su sendero, escuchando los latidos de los árboles y el canto de los pájaros que juguetones nos llamaban  desde muy cerca, he tomado la decisión de que quiero que entre dentro de los Paraísos Ocultos de Cadalso.

Que suerte tienen los que viven en el pueblo, que pueden salir cualquier mañana de sus casas y caminar en este sendero circular sintiendo todas estas cosas, sintiéndose parte de este paisaje, como un pararillo que se despierta una mañana y quiere revolotear entre las ramas de los grandes árboles, como el agua de desbocada corre libre entre las piedras abriéndose paso libremente.

 

 

 

 

 

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Soledad Vidal
solevipe@gmail.com